Desde luego, sólo si en algún momento tienes la oportunidad de ver en directo alguna de las obras de Ron Mueck podrás exprerimentar la sensación que produce la contemplación de esas figuras humanas, casi reales pero imposibles.
El origen profesional de Ron Mueck fue en el mundo de los efectos especiales para el cine. Sin embargo ya había dado un paso hacia el mundo del arte aprovechando su talento para desarrollar creaciones plásticas con un realismo sorprendente.
Las esculturas de Mueck reproducen fielmente los detalles del cuerpo humano, pero juega con la escala para crear imágenes que nos sacuden. Su obra de cinco metros «Boy», fue mostrada en 1999 en el «Millenium Dome» y más tarde se exhibió en la «Biennale de Venecia».
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