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Si estamos pensando en hacer una de esas escapadas baratas, una opción interesante para pasar unos días es la ciudad portuguesa de Lisboa.
Lisboa es una ciudad con una vibrante vida cultural, siendo considerada uno de los grandes centros culturales europeos. Más antigua que Roma, epicentro de los descubrimientos y capital de un vasto imperio desde el siglo XV, la ciudad se habituó a ser el punto de encuentro de diversas culturas, el primer lugar en el que oriente, las Indias, África y América se encontraron y descubrieron. Manteniendo estrechas relaciones, siempre más afectivas y culturales que económicas, con las antiguas colonias portuguesas, hoy países independientes, Lisboa es una de las ciudades más cosmopolitas de Europa.
El centro histórico de la ciudad se compone de siete colinas, siendo alguna de las calles demasiado empinadas para permitir el paso de vehículos; la ciudad se sirve de tres funiculares y un elevador (elevador de Santa Justa). La parte occidental de la ciudad está ocupada por el Parque Forestal Monsanto, uno de los parques urbanos más grandes de Europa con un área de casi 10 kilómetros cuadrados.
Bien comunicada, dispone de accesos tanto por carretera, ferrocarril y avión (el aeropuerto está situado a 11 km del centro de la ciudad) y ya dentro de la ciudad tranvía, metro ligero y autobuses.
En lo que se refiere al alojamiento, podemos recurrir a las pensiones, hostales o, si disponemos de un poco más de presupuesto y buscamos confort a un precio razonable, los hoteles. Una forma cómoda y rápida de realizar reservas de hoteles en Lisboa es a través de internet en páginas como Destinia en la que podemos encontrar alojamiento desde 40€ y olvidarnos de buscar cargados con las maletas. Una ventaja de este buscador es que permite ver las opiniones de los usuarios, imágenes de los hoteles e información de localización. La desventaja quizá es que sólo dispone de hoteles, con lo que, para quienes buscan algo más económico, los precios no son demasiado bajos.
Si no tienes mucho dinero, tienes la opción de alojarte en una pensión o en un hostal, que, aunque no tengan ciertas comodidades, tampoco están mal (eso sí, mejor mirar varias para comparar).
En definitiva, Lisboa puede ser una opción a tener en cuenta para estas vacaciones pero, en cualquier caso, lo importante es disponer de un poco de tiempo, dinero y ganas de pasárselo bien y conocer lugares interesantes.
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