Espectacular es el calificativo que merece el Steam Centipede, una especie de mecanismo híbrido entre una locomotora a vapor y un ciempiés robótico de 32 patas.

Este ingenio mecánico es obra de Crabfu Steamworks, una empresa que se dedica a construir cacharros mecánicos combinando la sofisticación de la robótica y el vapor como combustible básico, y haciendo realidad las fantasías de la película Wild Wild West, basadas en el llamado estilo Steampunk.

Otro de sus juguetes es el Steam Trilobite Tank, una especie de cangrejo prehistórico acorazado que funciona igualmente a vapor y es manejado por radio control.

En su web disponen de un repertorio de más de 20 vehículos diferentes. Ahora ya sólo falta hacerlos un poquito más grandes…

vía | microsiervos

Ante la subida de los precios de los carburantes, las marcas de automóviles intentan encontrar nuevas fórmulas que reduzcan el consumo de combustible en sus vehículos y que sean también más respetuosos con el medio ambiente. En esta línea Volkswagen acaba de presentar su nuevo prototipo o concept car, al que ha denominado L1.

Su nombre refleja el bajo consumo de este coche que sólo necesita 1 litro de gasolina para recorrer 100 km. De diseño innovador, está concebido como un biplaza y se pretende que salga al mercado en el año 2010 con una serie de unidades limitadas. La carrocería del VW L1 está realizada a base de magnesio y fibra de carbono para hacerlo más ligero y, en su fabricación se han utilizado también materiales como aluminio, titanio, o cerámica que contribuyen a reducir enormemente el peso del coche para potenciar así su eficacia.

Por otra parte, su aerodinámica está optimizada para reducir al máximo el consumo, por lo que además de sus formas curvas, no lleva espejos retrovisores (utiliza cámaras integradas en la carrocería) ni otros elementos exteriores que generen rozamiento con el aire. En cuanto a prestaciones, es capaz de alcanzar los 120 km/h y su depósito de 7 litros le da una autonomía aproximada de unos 640 km.

Por lo demás, cabe preguntarse si su diseño es «demasiado» futurista para nuestra época, por lo que ¿realmente lo veremos en las carreteras dentro de tan sólo 2 años?

vía | inhabitat