El elevador espacial es uno de esos ingenios surgidos de la ciencia ficción que, parecía algo tan fantástico como irrealizable.

Básicamente es una estación espacial en órbita geosincrónica con la Tierra, de la que parte un cable de más de 36.000 km que llega hasta el suelo. Para mantener el equilibrio de la estructura, los ponentes de esta tecnología futurista proponen utilizar un tramo de cable idéntico extendido hacia el espacio o bien un contrapeso, de tal suerte que el cable estaría en equilibrio con su centro de masas en órbita geosíncrona. Una vez el cable en su lugar, pueden subir y bajar por él naves y cargas a un coste mucho menor que el que supone lanzarlos por medio de un cohete (prácticamente, el coste de la electricidad necesaria para impulsar el ascensor).

Arthur C. Clarke en The Fountains of Paradise y Charles Sheffield en La telaraña de los mundos fueron el primeros en sugerir su utilización para enviar personas o material al espacio sin necesidad de cohetes u otro tipo de naves.

El concepto, llevado a la realidad fue formulado por el ingeniero ruso Yuri Artsutanov en 1960, dentro de un artículo del diario Pravda («To the cosmos by electric train»), aunque reconocía que la resistencia a la tracción necesaria para construir el cable no podía obtenerse con ningún material conocido en ese momento.

En la actualidad, la NASA está interesada en llevar a cabo un prototipo y ya en 2006 convocó un concurso para evaluar los mejores diseños posibles.

Más información en www.spaceelevator.com | wikipedia

Tenori-On es una invención del artista Toshio Iwai en colaboración con Yamaha. Se compone de un panel de 16 x 16 LEDs que pueden configurarse de varios modos (mediante los botones laterales) para obtener diferentes melodías a través de las secuencias de luces que emite.

El resultado es un instrumento musical versátil e innovador ya que permite componer música a través de un código puramente visual. No obstante, se trata de un «cacharro» que no es fácil dominar, puesto que, como mínimo hay que tener un excelente sentido del ritmo y una buena coordinación audio-visual.

Es interesante ver la galería de imágenes del prototipo.

Admite almacenamiento en tarjetas SD, para grabar la música que se vaya componiendo o para cargar otras realizadas anteriormente. Dispone de entrada MIDI y, lamentablemente, funciona a base de pilas convencionales (veremos si en el futuro incorpora un sistema de alimentación más adecuado, ya que para los 1222 dólares que cuesta, este se queda corto)

Es posible descargar muestras de música realizadas con este inusual y extraño instrumento desde su página oficial.

Aquí quedan dos muestras del potencial que tiene (una de virtuosa exhibición y la otra en modo «juerga»):

vía | pingmag | alt1040 | gizmodo

Despues de haber sorprendido a medio mundo con el desarrollo de Surface, ahora Microsoft se lanza y presenta TouchWall.

TouchWall es una pantalla multitáctil realizada a partir de una superficie translúcida. La interactividad se consigue mediante cámaras de infrarrojos, láser y un software (la parte más importante de este invento) que interpreta los datos recogidos.

Tampoco se puede decir que sea algo extremadamente innovador: lo vemos todos los días en los mapas del tiempo de la televisión y, más recientemente, en los colegios en forma de pizarras electrónicas (no es exactamente lo mismo, pero sí muy similar).

Incluso ya ha habido gente que ha hecho cosas parecidas, como es el caso de Autodesk Labs u Obscure Digital con su versión de Missile Command.

Pero bueno, todo avance siempre es bueno, aunque venga de Microsoft ;-)

vía | error500 | paseante |